No he querido terminar mi estancia en Sagides sin escribir un resumen de mis vivencias posteriores a los años que de hecho estuve viviendo con mis padres en ese pueblo, en mis escritos anteriores he nombrado a muchas personas las cuales las he querido bastante se que quizá la mayoría hayan fallecido, teniendo en cuenta que la fecha más próxima es de octubre de 1963 desde ésta fecha a la fecha actual han transcurrido cuarenta y cinco años que es más de la mitad de lo que generalmente vive una persona, pero todas ellas están en mi mente como si estuvieran vivas, nunca deje de pensar en aquellos años y siempre que he podido he ido al pueblo y me ha dado gran alegría el ver y saludar a sus habitantes.
En Semana Santa de 1964 estuve en Sagides fuimos a recoger algunas cosas que aún quedaban en nuestra casa y de paso ver a la buena gente del pueblo, pasé cuatro días y estuve parando en casa de la Aurora, aún quedaban en el pueblo algunos habitantes, me di algunos paseos hasta Valdeenebro y las Chorroneras, la mina continuaba su explotación, en cuanto a la animación se estaba perdiendo, pues creo que buena parte de juventud se había marchado y algunas casas se habían cerrado ya que toda la familia había emigrado, fue la despoblación rural de los años sesenta.
Volví en el año 1965, antes de darme las vacaciones escribí a la tía María del tío Leandro para saber si podía quedarme en su casa unos quince días, me contesto y me dijo que si que podía ir todos los días que quisiera, así que a primeros de agosto me presenté en Sagides, pasando antes por Zaragoza para ver a mi amigo Cecilio que estaba haciendo la mili, en Zaragoza pasé tres días y uno que era domingo, fuimos el Cecilio y yo a casa de la Pilar y nos invito a comer, también estaba invitada la Juanita de la tía Venancia que estaba trabajando en Zaragoza, después tomé un tren desde Zaragoza hasta Arcos de Jalón, fui a visitar a Don Antonio que era párroco de Arcos y me hizo que me quedara a cenar y dormir en su casa, este Sr. también era muy amable, por la mañana cogí un taxi y me fui a Sagides, la tía María me esperaba con los brazos abiertos, como no había taberna me había comprado una caja de cervezas, en el pueblo aún estaba el Cele, la Barbarilla y parte de su familia, estaba con vacaciones la Conchita había venido con su novio que se llamaba Vicente, la Angelita también había venido con vacaciones, también estaba la Amparito y su novio, éste había traído un tocadiscos y con la música del mismo se hizo algunos días baile, recuerdo que la Paca y el Segundo aún estaban en el pueblo y sus hijas se encontraban de vacaciones, la Delia y la Petrilla, los demás aún vivían en Sagides, la Paca me invitó a cenar lo cual se lo agradecí mucha por la buena compañía que me proporcionaba, es una familia que siempre los he apreciado mucho.
Quiero nombrar también a el tío Fonso y la Sra. Iluminada que también estaban en el pueblo, como en la casa suya vivía el secretario del ayuntamiento, ellos alquilaron la casa que vivía el Lucero y entre ésta casa y la que tenían en la plaza se iban arreglando para alojar a toda la familia, el Leandro creo que se había casado y paraba en casa del Gregorio y la Consuelo, una familia que también eran muy amables.
El Leandro recuerdo que ya tenía una hija, muy bonita por cierto, la recuerdo en brazos de la Milagros y de paseo con su madre Angeles , también estaba en el pueblo el Nito hijo del Lucero, había comprado la casa que estaba al lado de la hidroeléctrica, y vivía con sus hijos Victor, José y Balvi, algunos días me iba a charlar un rato con él y su mujer.
No lo pasé mal, por la mañana me iba con un libro hasta las fuentes y allí al fresquito leía y contemplaba el bonito paisaje y por las tardes me reunía con algunos del pueblo a charlar, recuerdo al Agapito (el chato) el hombre estaba fastidiado de una pierna y no podía trabajar mucho, también estuvo el Antonio (el more) creo que traía un seiscientos, en aquella época era el coche que todo el mundo compraba.
La fisonomía del pueblo no había cambiado, seguían las calles sin asfaltar, la carretera también era de tierra y en las casas no había agua corriente, ni cuarto de baño, no se en la actualidad las comodidades que tienen las casa supongo que todas habrán cambiado.
En el año 1967 volví al pueblo, ésta vez venía con Cecilio, Teofilo, Leonor (novia de Cecilio) y un chico que trabajaba con Cecilio que se llamaba Michel, yo continué parando en casa de la tía María, éste año se había cambiado a la casa que vivía la Pilar pues el tío Leandro no se encontraba bien y no podía subir escaleras, el pueblo lo animamos bastante, traíamos un tocadiscos y como había mucha juventud hicimos baile en la plaza sólo hasta el día después de San Roque, pues el diecisiete de Agosto falleció el tío Leandro, así que por respeto a la familia dejamos de hacer juergas, la Conchita se había casado y tenía una niña que se llamaba Cristina (le decían Cris), el Gregorio ( el matapán) también estaba en Barcelona y fue al pueblo con nosotros, el día de San Roque compramos un jamón y con un vinillo que entraba bastante bien no lo comimos (como si fuera un picni, sentados en el suelo, fresquitos cerca de la fuente y en un ambiente muy bueno), lastima que al otro día falleciera el abuelo Leandro, para mi fue un palo ya se me terminaba el poder ir cuando quisiera con toda la confianza del mundo de hecho fue mi último año de veraneo en Sagides.
La Olga de la Paca estuvo allí éste año, paraba en casa de la Amparo y el Enrique, cuando la ví por primera vez no la conocía en principio creí que era la Delia pero después me fije bien y me di cuenta que era la Olga hecha una mozuela, tendría unos dieciséis o diecisiete años.
El tío Fonso y la Sra. Iluminada junto con todos sus hijos también estaban, habían hecho unas habitaciones en la parte de arriba de su casa y las ocupaban para dormir, aunque la vida la hicieran en la casa de la plaza, recuerdo al Román, el Angel y el Benja, el único que no estaba era el Jesús.
Quisiera recordar más cosas de éste año pero fueron tan pocos días los que estuve que no me dio tiempo de ver a todo el mundo, pues cuando falleció el tío Leandro, Michel y yo nos fuimos a otro pueblo (creo que era Salinas de Medinaceli) donde estaba la Leonor en casa de una amiga y cuando regresamos de éste pueblo nos fuimos.
Como íbamos bastantes, tomamos un taxi que nos llevó hasta Zaragoza, allí dejamos las maletas en consigna y fuimos a visitar a la Paca y la Pilar que vivían muy cerca la una de la otra, así que nos invitaron a comer, como éramos muchos nos repartimos en las dos casas, yo comí en casa de la Paca, en compañía de Michel y las encantadoras hijas del Segundo y la Paca, en fin fue una estancia estupenda, por la tarde dimos un paseo por Zaragoza y después a pasar toda la noche en el tren.
En 1983 volví a Sagides, fui con mi hermano Luis, se puso mi madre enferma y vivía en Sevilla así que un día antes de San Juan salimos de Barcelona por la tarde y fuimos a dormir a Sagides, antes de acostarnos dimos un paseo por el pueblo y vimos a alguna gente entre ellos al Aniceto del tío Bruno, al Gregorio (el farolas) y después estuvimos tomando una cerveza en el bar que entonces lo tenía la Pilar y el Gregorio (el nene), allí vimos al Antonio de la Carmen y la Esperanza y su marido, al regreso de Sevilla hicimos lo mismo descansar en Sagides y después hacer el resto del viaje, cuando llegamos era tarde y nos acostamos, a la mañana siguiente cuando salí a la puerta de la casa de mi hermano pude ver al Angel, el Benja y el Leandro, estaban poniendo cadenas al coche para poder ir al cementerio, pues había fallecido el Segundo que era tío de ellos hermano del tío Fonso, estuve hablando con el Leandro y me dijo que tenía dos hijas y un hijo pequeño, me enseñó la foto y yo le enseñé las de mis hijos que también eran pequeños.
Por Esperanza me enteré que estaba la Barbarilla y la Angelita, su marido y creo que algún hijo, no lo recuerdo bien pues fue un momento, pues mi hermano quería salir lo antes posible hacía Barcelona, recuerdo que saludé a la Angelita en la calle y a la Barbarilla en las escaleras que daban al comedor, fue entrar y salir
Dimos un paseo hasta las Chorroneras contemplado el paisaje con deleite y viendo los cambios que había experimentado la campiña, los terrenos que eran de aliagas y matorral bajo, lo habían sembrado de trigo, a mi particularmente no me gustó, pero a mi hermano le agradaba bastante, pues como era cazador decía que con los sembrados proliferaba más la perdiz y codorniz, cuando regresamos estuvimos comiendo en casa de la Pilar y el Gregorio (el nene), también la Pilar fue muy amable con nosotros, después de comer nos fuimos hacia Barcelona, ésta fue la última vez que estuve en Sagides.
Durante muchos años he tenido noticias de Sagides por mediación de mi cuñada Pili, y el Juanito de la tía Valeriana, pero al fallecer mi cuñada pensé que no volvería a tener noticias del pueblo pues al Juanito lo veo muy poco, pensé mal pues ahora es cuando realmente tengo noticias y contactos con mis amigos del pueblo, las personas de mi edad y más jóvenes que yo no entran en internet, sin embargo, los hijos de ellos si lo hacen y amablemente se ha puesto en contacto conmigo, dándome no sólo noticias si no amistad que es lo más bonito que existe en la vida de los humanos, la primera que se puso en contacto conmigo fue Montse (hija del Juanito del tío Benito) una chica muy cariñosa y muy amiga de sus amigos yo la verdad no la conozco personalmente, pero en mi interior es como si la conociera de toda la vida, Jorge (hijo de Angelita) otro que cuenta con todas mis simpatías es el webmaster de la web de Sagides y desde aquí lo felicito por el buen hacer de la web, es un chico muy cariñoso y siempre contesta a mis correos y me informa de los acontecimientos del pueblo, también se puso en contacto conmigo a través de la web de Javier Alonso Eduardo nieto del Lázaro, Jesús ( hijo de Silvano y Leonor, nieto de la tía María del palacio), lo hizo por correo electrónico, llamé por teléfono al Leandro y cuando creía que ya no me iba a llamar un buen día me llamó y entonces le pedí a Jorge el correo electrónico de David y fui yo el que me puse en contacto con él, a través del libro de visitas de Sagides se han puesto en contacto conmigo Susana hija de Teofilo, la simpática Cheli hija de Antonio (el more).
Mención aparte merece Laura nieta de la Paca (hija de Bienve), me contaba cosas que me emocionaron entre ellas el cariño que conservaba la Paca por Vicentín , y también me decía que su abuela tenía 87 años pero que estaba muy bien cosa que me alegró mucho, también me comunicaba que su abuela se pasaba en Sagides desde Mayo hasta Septiembre, ésta familia siempre las consideré como una de las más cariñosas del pueblo, Laura desde aquí te pido que cuando puedas sigas informándome de tu familia.
No se si me olvido de alguien, si lo he hecho ruego que me disculpen, aquí termino mis mal escritas vivencias en Sagides, espero algún día ir por ese pueblo y saludar a todos sus habitantes, para los que quieran contactar conmigo dejo escrita mi dirección de correo
vramosg@telefonica.net.
Un saludo afectuoso para todos y si os parece seguir leyendo lo que escribo lo cual a partir del próximo capítulo no tendrá nada que ver con Sagides