La Nava casa de mi tía Leo - Benquerencia hostal La Panadería
La Nava carretera- y Centro de ocio
Castillo de Benquerencía - Iglesia de Helechal
Antonia y yo en 2001 - - Plaza de abajo 2001
Montón de Helechal - Calle de Helechal
Mi hermano Manolo - Yo en los Castillejos
Ermita en obras Helechal -Plaza del cerro (mi hermano)
Desde el año 1954 no había tenido la ocasión de ir a Helechal, mis tíos Diego y Leonor se habían marchado a La Garrovilla y en las vacaciones no tenía tiempo de visitar éste pueblo en el cual dejé muy buenos amigos.
En el año 2001 mi hermano Manolo y yo nos planteamos pasar unos días en Helechal y ver a los amigos que pudieran aún vivir en el pueblo y comprobar los cambios que había dado en el aspecto urbanístico, desde Sevilla fuimos en coche alquilamos una habitación en un hostal que hay en Benquerencia de la Serena, y desde allí nos fuimos a La Nava, visitamos a un hermano de mi tío Diego que se llama Leoncio, su esposa Celia y su hija Isabel, en La Nava nos informamos de las `personas que vivían en Helechal, y nos dijeron que Sagrario y Manuel (Roque ) habían fallecido, yo me puse muy triste pues a Sagrario la quería mucho desde que era pequeño, y que Luis y Francisco vivían en Helechal.
La Nava había cambiado mucho, casi todas las casas estaban reformadas y muy blanquitas, me fije especialmente en la que vivió durante muchos años mi tía Leo, las calles estaban asfaltadas y en el Navazo habían hecho una plaza respetando la fuente, no así el pilón donde bebían las caballerías, recuerdo que en 1954 todavía no había luz eléctrica, el cambio era felizmente muy bueno, en La Nava estuvimos buscando antiguas amistades
Pero solo encontramos a Isabel de la Virtudes (cuando nosotros íbamos en casa de mis tíos tenía una panadería) me alegré mucho de verla y me informó sobre otras amistades y ninguno vivía en el pueblo.
De La Nava nos fuimos a Helechal, nos dirigimos directamente a casa de Francisco y Paulina, nos recibió con gran alegría, enseguida llamó por teléfono a Luciano y Manolo de la Maria Feli, sin decirle para qué, cuando llegaron en casa de Francisco se pusieron muy contentos de vernos, la conversación giro en torno a tiempos pasados, querían que dejáramos la habitación de Benquerencía y que nos quedáramos en su casa, les dijimos que ya la teníamos pagada y que nos íbamos al día siguiente, Manolo de la Maria Feli no nos pudo acompañar mucho pues tenía a su señora con una pierna mala de una caída, no obstante nos invitó a un gran aperitivo donde abundaban los productos ibéricos totalmente elaborados por ellos.
La fisonomía del pueblo había cambiado por completo, las calles todas asfaltadas y con agua corriente en todas las casas, antes se abastecía de agua con cantaros que se llenaban en una fuente que hay cerca de la fábrica de harina, como en La Nava todo está reformado, recuerdo que el único sitio donde había una cera de cemento era en casa de Dª Concha y allí nos reunimos todos los niños a jugar.
Todo era más bonito que en 1954, pero los habitantes del pueblo son muchos menos, dimos un paseo por el pueblo y no vimos a nadie (era el mes de mayo) recuerdo que antes todo el mundo sacaba su silla a la puerta para tomar el fresco y charlar con los vecinos, sin embargo ahora entre la tv. y que los habitantes son menos estas tertulias han desaparecido.
Al otro día volvimos desde Benquerencía y estuvimos comiendo en casa de Francisco hubo una tormenta bastante fuerte y cuando termino nos despedimos y nos dimos otro paseo para recordar las personas que vivían en las diferentes casas, vimos a un hijo de la Casimira que se llama Griseldo, a Pedrito de Periquillo, Antonia (la marquesa), a un hijo de la Buensuceso, de mis amigos no había ninguno en el pueblo, nos marchamos pensando que sería la última vez que estaríamos en el pueblo, cosa que afortunadamente no pasó, ya que después hemos estado dos veces más.
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