Foto 1ª mi hermano Luis en el Jadín de la fábrica, foto 2ª mi hermano Luis y yo en paisaje de Sagides, foto 3ª mi hermano Luis en Valdeenebro 4ª Pili en paisaje de Sagides 5ª yo en Sagides, 6ª Comilona el día de San Roque
Empezamos el año 1954, en éste año creo que empezó la emigración de Sagides a las grandes capitales, como Madrid, Barcelona, Zaragoza e inclusive a Bilbao y Asturias, los primeros que emigraron creo que fueron el Manolo del tío Leandro y el Ramón del tío Fernando, por cierto los dos a Barcelona.
Mi vida en el pueblo seguía casi igual, lo único que varió fue que el libro que me había recomendado mi hermano Manolo ya me lo sabia casi de memoria y buscaba nuevos libros, algunos los encontré en la maleta donde estaba el libro anterior era un libro de matemáticas, que traia toda clase de problemas así empecé a romperme la cabeza con el álgebra y otras materías, como geometría o contabilidad, el libro traía por una parte los problemas y por otra la explicación y resultado de los mismos, de todas formas por las mañanas estudiaba y por las tardes continué con mis paseos por el campo, buscaba a las personas que estaban de pastores, recuerdo al León ( el tercío ) al Agapito ( el chato ), a la Adelina del tío Gregorio, a la Ascensión de la Pilar, al Antonio del tío Fidel, en fin con todos los que me encontraba me ponia de conversación con ellos, los que mas buscaba eran al Cándido y a la Adelina.
Recuerdo los lugares mas pinturescos del pueblo ( aùn que todos los son ), empezaré con la parte que limíta con la provincia de Guadalajara, desde el pueblo se divisa Cabeza del Tejo, por la carretera de Maranchón se encuentra Campinebroso, la Cruz de Hierro, los Siete Hoyos, que están en el camino de Layna, éste paraje parace que está hecho por naves espaciales, es bonito bajar y ver lo hondos que son y lo bien hechos que están, bajando por la carretera de Maranchón encontramos a la derecha las fuentes y un poco mas abajo la ermita, la fuente de la Virgen, las cuevas del mismo nombre, un poco mas cerca del pueblo está la cueva de la Mora y a la izquierda el ojo donde nace el río del mismo nombre.
Por el camino que va a Medinaceli, encontramos el LLano de los Santos, una gran llanura con vegetación y pequeños chaparros, la vegetación eran aliagas, espliego,tomillo, romero y algunas especies mas que no recuerdo, en ésta misma dirección encontramos el Tejar Viejo, el Arenal, donde íbamos a por arena para fregar las cacerolas y sartenes en el río, otro lugar que era muy bonito eran las Chorroneras, allí un día 23 de Abril ( día del libro ) los niños plantaron unos chopos que si no los han cortado deben de ser enormes, en éste lugar había también parideras y una fuente con un agua muy buena y fresca.
Otro paraje que me agradaba mucho era Valdehenebro con su fuente ( que le dedían la fuente de la Cabañuela, salia el agua por una teja y era un lugar donde bebían infinidad de animales, yo algunas veces me escondía para observar a los diferentes animales que allí acudían , veía torcaces, perdices, jilgeros, verderones y algunas veces hasta jabalíes, lastima que en aquella época no tuviera una màquina fotográfica, hubíera hecho fotografías preciosas), en éste lugar había muchas parideras, era el sitio donde guardaban el ganado lanar, había mucho monte de chaparros .
Por el camino de Chaorna estaban las piedras coloradas y entre los términos municipales de Chaorna y Judes se encuentra el mayor sabinar de Europa, al menos eso creo haber leido, algunos días salía por el camino de Chaorna y recorría todo el monte a campo través hasta la fuente de la Cabañuela y allí esperaba a algún pastor o pastora para charlar un rato, otro de mis paseos era río abajo por el camino del molino y llegaba hasta cerca del castillo.
Recuerdo que éste año el Leandro trabajaba en Arcos creo que en RENFE, y el que le sustituyo guardando el ganado fue el Benja, el Leandro iba con un bicicleta y regresaba sobre las seis de la tarde, yo que estaba deseando de coger una bicicleta en mis manos casi cada día estaba esperando que llegara para que me dejara la bicicleta, lo único que me advertía era que si le pasaba algo a la bicicleta le avisara para arreglarla pues por la mañana se iba muy temprano, un día bajando por la carretera hacía Arcos se me pincho una rueda, yo no sabia que hacer, pero me vio el Juanito del tío Benito y enseguida se puso a arreglarla, desmonto la rueda, saco la cámara y le puso un parche, en fin que me saco de apuros, buena persona este Juanito,así que el Leandro ni se entero del incidente ( siempre quise tener una bicicleta, pero mis padres nunca se decidieron a comprarla, o que su poder económico no les llegaba para ello ).
De ésta manera nos íbamos adentrando en el año 1954. las cartillas del racionamiento ya las habían quitado. pero la economía de las familias seguia siendo bastante mala, el poder adquisitivo no se acercaba ni mucho menos al europeo, estabábamos estacionados en los años cuarenta, el plan Marsall no pasó por España, pero lo que si empezó a hacerse fue el oleoducto Rota-Zaragoza lo digo por qué pasaba por el termino municipal de Sagides, ya tenían los americanos sus bases establecidas en el territorio español, los habitantes de Sagides no tuvieron
ninguna compensación económica por el paso de dicho oleoducto por su termino municipal.
LLegó la fiesta del pueblo y como todos los años venían las personas que estaban trabajando fuera la fiesta estaba bastante animada, se seguía haciendo el baile en la plaza, los de mi edad, procurábamos pasarlo lo mejor posible, dentro de las dificultades que teníamos para encontrar pareja de baile, la gente sacaba sus mejores galas y se hacían grandes comilonas acompañadas de los deliciosos bollos ( los cuales hace mucho tiempo que no como ).
Asì nos presentamos en el verano de 1954, en la época de la recolección de la mies había una dispensa de la Diócesis para poder trabajar en día de fiesta, el resto del año si trabajaban tenía que ser con cuidado que no los pescara la guardia civil o el cura, si los pescaban trabajando en festivo le ponían una multa y les hacían irse a casa, estas eran las libertades de entonces.
En Julio salió en el boletín el nombramiento de mi padre como maestro del pueblo, por fin se juntaban otra vez los dos en el mismo pueblo, eso suponía que nuestro poder adquisitivo subiera un poco ( los sueldos estaban muy bajos y aunque en el pueblo no se gastaba mucho tampoco se podía ahorrar), en Julio como cada año nos fuimos de vacaciones, voy a narrar las peripecias de un viaje de aquella época, salíamos del pueblo en un taxi sobre las once de la mañana a tomar un tren en Arcos que nos llevaba hasta Madrid, allí teníamos que mudarnos de estación y a las siete de la tarde cogiamos un tren que nos llevaba hasta una estación que se llamaba Almorchón llegábamos a las ocho de la mañana y allí estaba mi tío Diego con dos mulas para llevar las maletas y andando diez km. llegábamos a casa de mis tíos sobre las diez de la mañana o sea que tardábamos 23 horas en el viaje, eso contando que los trenes no llevaran retraso, lo cual era un milagro en aquellos años, este año mi hermanoLuis se quedó en Huelva preparándose para las oposociones para la banca, así que retorné a Sagides con mis padres, la vuelta fue aun mas enrevesada, hasta Madrid todo fue bien, pero desde a Madrid a Arcos, tuvimos un problema que ahora narraré, en Madrid una vez montados en el tren mi padre se bajó a comprar el periódico y resulta que arrancó el tren y él se quedó en Madrid llevando él los billetes, cuando llegó el revisor mi madre le explicó lo que pasaba pero el revisor nos hizo pagar otros billetes, prometiendo que se informaría en la estación de Jadraque si mi padre había comunicado algo, el hombre había cogido otro tren y se lo había dicho al revisor, éste se puso en contacto con Jadraque cominicando lo que pasaba, entonces vino el revisor del tren que ibamos mi madre y yo y nos devovió el dinero, se soluciono el asunto pero fue un viaje de muchos nervios y preocupación, pues no descartamos que le hubiera pasado algo a mi padre, ( mi padre a pesar de viajar muy a menudo, siempre que hacía un viaje se ponía muy nervioso, con decir que tenía un kilométrico de cinco mil kilómetros y cada año lo agotaba).
El pueblo seguia sin tener tiendas así que todo se tenía que comprar en Arcos, algunas cosas de conservas las vendía la Juana del caminero o el Eloy, pero el resto na había mas remedio que ir a Arcos a comprarlo, mi padre al mismo tiempo que iba a cobrar a Arcos ( pagaba un Sr. que tenía una pasteleria y se encargaba de pagar a todos los maestros de la zona ) mi madre le hacía una lista de lo que quería y él lo compraba unas cosas en la pastelería otras en casa de las chatas y la carne y embutidos en casa del Rio Salido, el día que mi padre iba a Arcos me quedaba yo en la escuela.
Cuando hacía mal tiempo me iba unas tardes en casa del Lucero y tomándonos una copa de coñac hablábamos de diferentes cosas era un matrimonio muy hablador y su hija Pili también hablaba mucho, otras tardes me iba en casa del tío Fonso y me ponía de conversación con la persona que estuviera en casa, así fuera la Sra. Iluminada como el tío Fonso o cualquiera de los hijos, el Jesús se había marchado a Madrid, por cierto cuando pasamos por Madrid a la ida para Extremadura lo vimos ya ambientado en Madrid, mi hermano Luis y él se fueron al Retiro y se les volcó la barca y tuvieron que salir nadando, cuando el tiempo estaba mejor me paseaba por el campo siempre llevando un libro conmigo para leer en lugares donde no se oia ni respirar, solo el trino de los pájaros y con un aire sin ninguna contaminación, era algo que no se pagaba con todo el dinero del mundo.
De ésta forma nos presentamos de nuevo en Navidad, éste año con mis padres, pues ninguno pudo venir, el tío Fonso me invitó a la matanza y también al cura que era Don Marcos almorzámos las sabrosas migas con tocino frito y después me fui con el Benja a la paridera para echar de comer a los corderos, en la cena nos reimos mucho con las bromas que gastaban sobre todo el Leramdro que era el mas bromista, así nos presentamos en el año 1955.
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